Un pequeño regalito para los treintaañeros. De chibolo solia hacer la estupidez de dibujar el Mach5, recortarlo y doblar para atrás sus partecitas desplegables. Que les puedo decir, no tenía Nintendo. Ahora que ya crecí puedo hacer la misma estupidez, pero mejor. Lo imprimen, lo recortan y se vacilan un toque. Luego lo arrugan y lo botan...
Creo que más chévere es armarlo que jugar con él, jejeje!!
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